Inspirado en una aldea chilota, nuestras cómodas habitaciones son el refugio perfecto para una desconexión, descanso, contemplación, unidas por pasillos vidriados con vistas a los jardines interiores y terrazas que permiten a nuestros huéspedes disfrutar de la vista al mar del canal de Dalcahue.
Nuestro sendero ancestral te permitirá experimentar el Chiloé profundo, conociendo su bosque nativo, Flora y Fauna, una aventura única en la Patagonia insular.
En su emplazamiento en la Península de Rilán, el proyecto encargado por sus propietarios al arquitecto Edward Rojas, referente en arquitectura por su vasta trayectoria que rescata y pone en valor el patrimonio de Chiloé, se integró y mantuvo los bellos lomajes de distintas alturas y árboles nativos, entre ellos Luma, Coigue, Olivillo. Arrayan, Canelo, Avellano y Tepu. Desde el lugar se disfruta de una vista, casi intocada hasta ahora, hacia el Canal Dalcahue y la Isla Quinchao.
El diseño establece un diálogo entre su arquitectura y el entorno. Las cubiertas del edificio y sus estacionamientos techados están planteadas como innovación y aporte a la arquitectura tradicional, en tanto ellas son vegetales. La terraza, que corresponde a la cubierta del volumen central del Hotel hace posible vivir el paisaje, así como la avifauna del lugar en una situación expectante, pero por sobre todo de respeto y preservación de su hábitat.
